Si esperabas buenas noticias sobre la economía mexicana, el más reciente informe del INEGI pinta un panorama más bien reservado, este lunes 19 de mayo, el instituto publicó su Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) correspondiente a abril de 2025, revelando que el crecimiento mensual fue prácticamente nulo, con apenas un 0.04%.
Esto significa que la economía prácticamente se quedó en el mismo lugar respecto al mes anterior, lo cual no es alentador si consideramos que venimos de un marzo también débil, cuyo dato fue corregido a la baja: de un -0.02% estimado, se ajustó a -0.21%.
¿Qué está pasando con la economía mexicana?
La situación refleja una ralentización clara en el ritmo económico. Para quienes siguen de cerca el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB), la estimación actual para el primer trimestre de 2025 es un crecimiento de solo 0.21%, según un análisis de Banco Base. Aunque técnicamente no hay una recesión, sí hay un estancamiento que preocupa a analistas y empresarios.
A nivel anual, el panorama tampoco es muy optimista. El IOAE anticipa un crecimiento de apenas 0.7% para abril en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), una cifra muy por debajo de las expectativas de recuperación.
Sectores económicos: unos suben, otros caen
La desaceleración no afecta a todos por igual. Las actividades industriales (como la manufactura y construcción) muestran una caída anual de 0.8%, lo cual es preocupante por su peso en la economía abril de 2025. En contraste, los servicios reportan un crecimiento del 1.5%, lo que al menos da algo de respiro, especialmente para sectores como el turismo y el comercio.
¿Qué podemos esperar para el resto del año?
Estos datos son una llamada de atención para revisar las estrategias económicas del país. La incertidumbre internacional, las tasas de interés altas y la moderación en la inversión pública y privada podrían seguir enfriando la economía en los próximos meses.
Por ahora, lo único claro es que la recuperación será más lenta de lo que muchos esperaban. Y eso nos deja con una tarea pendiente: encontrar nuevos motores de crecimiento que impulsen al país en medio de un entorno global retador.