La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó este jueves que sostuvo una conversación “positiva” con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Durante el diálogo, ambos líderes acordaron continuar trabajando para mejorar el balance comercial entre México y Estados Unidos, con el objetivo de fortalecer la relación económica bilateral.
“Acordamos que los secretarios de Hacienda y Tesoro, así como de Economía y Comercio, seguirán trabajando en los próximos días en alternativas para mejorar nuestro balance comercial y avanzar en los temas pendientes para beneficio de ambos países”, escribió Sheinbaum en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
Nuevas medidas arancelarias impulsan el diálogo bilateral
Este acercamiento ocurre tras la reciente firma de un decreto por parte del presidente Trump, orientado a aliviar la carga arancelaria que enfrenta la industria automotriz estadounidense. La medida busca evitar una acumulación de impuestos sobre productos clave y proteger la competitividad del sector, algo que también afecta directamente a México como socio estratégico en las cadenas de suministro.
El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Economía, analizó el miércoles las órdenes ejecutivas emitidas un día antes y las consideró un avance positivo. Para las autoridades mexicanas, estas decisiones representan un reconocimiento al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y a los mecanismos de cooperación establecidos.
México ve oportunidades de cooperación en el marco del T-MEC
Según analistas, este nuevo capítulo en las relaciones comerciales bilaterales podría abrir la puerta a una revisión técnica de ciertos aspectos del T-MEC, especialmente en sectores sensibles como el automotriz, farmacéutico y tecnológico. El fortalecimiento de las cadenas de valor regionales, así como la definición de reglas de origen más flexibles, serían algunos de los temas clave en la agenda bilateral.
Un tono diplomático que busca estabilidad económica regional
La conversación entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump ha sido interpretada por observadores políticos como una señal de cooperación y estabilidad en medio de un contexto global complejo, marcado por tensiones comerciales e incertidumbre financiera. Ambos gobiernos coinciden en que es prioritario mantener un entorno de certidumbre para las inversiones, el empleo y el desarrollo de ambos países.
La continuidad del diálogo entre las principales autoridades económicas de México y Estados Unidos podría traducirse en acuerdos concretos en las próximas semanas, con el objetivo de asegurar una mayor competitividad para América del Norte