Desde el lunes 19 de mayo de 2025, los visitantes ya pueden ascender nuevamente a la pirámide Luna Teotihuacán, una de las estructuras más importantes de la antigua ciudad mesoamericana. El sitio permaneció cerrado durante cinco años, primero por la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 y después por trabajos de conservación impulsados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Para garantizar una visita segura, el INAH llevó a cabo acciones como la reparación de baches, la limpieza general de plataformas y la instalación de cables pasamanos. No obstante, se recomienda a los turistas extremar precauciones durante su recorrido, ya que la zona arqueológica no cuenta con atención médica inmediata.
Historia de un símbolo sagrado
La Pirámide de la pirámide Luna Teotihuacán, ubicada al norte de la Calzada de los Muertos, es la segunda construcción más grande del sitio arqueológico, solo detrás de la Pirámide del Sol. Se comenzó a edificar en el año 100 d.C. y fue ampliada en diversas etapas hasta convertirse en el ícono que conocemos hoy. Su orientación astronómica y el descubrimiento de entierros rituales en su interior confirman su función ceremonial.
Diversos estudios señalan que esta estructura estuvo dedicada a Chalchiuhtlicue, diosa del agua y la fertilidad. Frente a ella se encuentra la Plaza de la Luna, una explanada ceremonial rodeada por plataformas menores que posiblemente sirvieron como escenario para rituales públicos y observaciones astronómicas.
Horarios, tarifas y recomendaciones
- Horarios: de lunes a domingo, de 8:00 a 17:00 horas. Último acceso a las 16:30.
- Costo: $100 pesos por persona. Entrada gratuita los domingos para ciudadanos mexicanos con identificación oficial.
- Accesos habilitados: Puertas 1, 2, 3, 4 y 5.
- Consejos: llevar agua, sombrero, protector solar y calzado cómodo.
Cabe señalar que, aunque la Pirámide de la Luna ya está abierta al público, aún no se ha confirmado si la misma medida se aplicará próximamente a la Pirámide del Sol, según informó La Jornada Estado de México.
Esta reapertura marca un paso importante para reactivar el turismo en el Valle de Teotihuacán y brinda a los visitantes la oportunidad de volver a experimentar uno de los sitios arqueológicos más fascinantes de México.