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Israel “Chore” Villanueva su Historia y Legado de Mixología en Tulum

Israel “Chore” Villanueva es un nombre que resuena en la escena de la mixología en Tulum, pero su camino hacia este mundo no fue lineal ni fácil. Originario de Guadalajara, Israel comenzó su carrera en el ámbito de la cocina y el arte, para luego adentrarse en el mundo de las bebidas mezcladas, donde ha dejado una huella profunda. Con más de 15 años de experiencia como mixólogo, su historia es un testimonio de perseverancia, creatividad y pasión por transformar su entorno.

Los Primeros Pasos: De la Cocina al Bar

Antes de convertirse en un referente de la mixología, Israel fue cocinero y artista. En sus ratos libres, pintaba y pertenecía al colectivo de artistas La Trinchera, con quienes hizo exposiciones locales, nacionales e internacionales. También tocaba la guitarra y cantaba en los autobuses, convencido de que ese era su camino. Sin embargo, la vida le tenía una sorpresa: el bar.

En 2008, un huracán llevó a Israel a Tulum con solo 50 pesos en el bolsillo. Pronto comenzó a trabajar en Posada Margherita, un restaurante italiano que, con el tiempo, se convertiría en una leyenda local. Fue allí donde conoció a Andrea de Leonardis, un sommelier italiano que implementó el primer menú de mixología en el restaurante. Aunque Israel no sabía nada de bebidas mezcladas, su creatividad lo llevó a experimentar y a aprender todo lo que pudo sobre el arte de crear cócteles.

La Evolución: De Aprendiz a Líder

Poco a poco, Israel fue dejando la cocina para dedicarse completamente al bar. Empezó a familiarizarse con las botellas y los ingredientes, desarrollando una memoria olfativa que lo ayudaría en su carrera. A través de la curiosidad y el aprendizaje autodidacta, comenzó a experimentar con tragos y mezclas. Aprendió, por ejemplo, a preparar un Negroni al estilo genovés, que Pino, el padre del dueño de Posada Margherita, le enseñó. Esta experiencia lo llevó a desarrollar un estilo único, combinando la técnica culinaria con la creatividad que siempre lo caracterizó.

A medida que Posada Margherita alcanzaba el éxito, Israel se vio rodeado de celebridades y personalidades del mundo de los negocios. Aunque disfrutaba del ambiente, decidió dar un paso al costado tras cuatro temporadas y explorar nuevos horizontes.

El Auge de Tulum y Casa Banana

Tras dejar Posada Margherita, Israel comenzó a trabajar en Casa Banana, un restaurante en el que rápidamente pasó de ser ayudante de barra a ser el encargado de la misma. En ese entonces, Tulum estaba en plena transformación como uno de los destinos turísticos más codiciados del mundo. La afluencia de visitantes y la falta de infraestructura obligaron a Israel a ser aún más creativo, buscando rutas de distribución para productos esenciales y diseñando su propia barra para dar respuesta a la demanda.

En Casa Banana, Israel desarrolló tragos complejos y ayudó a entrenar a una nueva generación de bartenders. A pesar de las limitaciones, el lugar se convirtió en un referente de la mixología local, y por él pasaron grandes talentos que ayudaron a consolidar la escena en la región.

La Consultoría y Nuevos Desafíos

A medida que su reputación crecía, Israel se convirtió en un experto consultor. Fue llamado para diseñar menús, entrenar al personal y seleccionar productos para más de 20 proyectos en Tulum y fuera de México. Uno de los proyectos más destacados fue Nū, un restaurante en el que Israel diseñó un bar de autor con un menú creativo y completamente mexicano.

Israel también experimentó con nuevas fórmulas y tendencias, como el uso de CBD y Kratom en sus cócteles. Fue pionero en la creación de menús temáticos, como el de Camarada, en el que las bebidas contenían ingredientes como el Kratom, un botánico asiático con efectos similares al alcohol, y ofrecían una experiencia única al incluir códigos QR para escuchar música mientras disfrutaban del trago.


El “Chore” y el Reconocimiento

Un momento inesperado llegó cuando su sobrenombre, “Chore”, comenzó a ganar popularidad en la industria. Aunque él nunca buscó los reflectores, su trabajo comenzó a ser reconocido por muchos. Un día, un colega de la industria le preguntó si era el “mentado Chore”, y así fue como Israel se dio cuenta de que su legado en la mixología estaba más consolidado de lo que pensaba.

Con el tiempo, continuó trabajando como consultor y diseñando menús para proyectos como El Jardín de Frida, La Brasa, Mina, Garden y Tú. Cada proyecto era una nueva oportunidad para innovar y aportar su sello único

.

La Pandemia y el Renacer

Durante la pandemia, Israel se enfrentó a nuevos retos. En un pueblo como Tulum, donde las experiencias y el turismo son esenciales para la economía, tuvo que reinventarse. Trabajó en un speak easy clandestino, improvisando tragos con lo que tenía disponible, y también participó en fiestas electrónicas secretas, enfrentándose a un entorno incierto y lleno de desafíos.

A pesar de la crisis, Israel “Chore” Villanueva continuó adelante, demostrando su resiliencia y su capacidad para adaptarse a cualquier circunstancia.

El Regreso a las Raíces en Hartwood

Hace tres años, Israel recibió la oportunidad de regresar a sus raíces. Un antiguo pupilo lo invitó a trabajar en Hartwood, un restaurante que se caracteriza por su enfoque orgánico y artesanal. Allí, Israel redescubrió su pasión por la mixología en un espacio que no utiliza gas ni electricidad, y donde todo se cocina con leña. Este nuevo desafío le permitió aplicar todo lo aprendido a lo largo de su carrera.

Este año, Hartwood recibió una nominación en la Guía Michelin, un logro que Israel considera el reconocimiento a años de trabajo y esfuerzo en la creación de experiencias únicas para los comensales.

Reflexiones de un Hombre de Bar

Israel “Chore” Villanueva nunca ha buscado la fama ni los reflectores. Prefiere permanecer en la discreción, como un trabajador incansable que comenzó su carrera lavando platos. A lo largo de 30 años en la industria, ha aprendido dos lecciones fundamentales: que “la cruda es el camino al autoconocimiento” y que, en este mundo cruel, lo único importante es “sobrebeber”, es decir, sobrevivir para que otros disfruten.

Su historia es una de constante evolución, donde la pasión por el arte, la cocina y la mixología se entrelazan, y donde el trabajo arduo y la dedicación han sido las claves de su éxito. Israel “Chore” Villanueva sigue dejando su huella en la mixología y en la vida de quienes tienen la suerte de conocerlo.

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